Vivo en una casa heredada, ¿me pueden echar mis hermanos?

Cuando se produce el fallecimiento de los progenitores, la casa que usaron como vivienda familiar o cualquier otra que fuese de su propiedad pasa a ser de sus herederos. Sin embargo, hay situaciones que pueden dar lugar a que estos no se pongan de acuerdo con quién puede vivir en ella.

Por ello, en este artículo vamos a dar respuesta a una de las preguntas más habituales con las que nos encontramos en nuestro bufete: “¿si vivo en una casa heredada me pueden echar mis hermanos?”.

¿Quién tiene derecho a vivir en una casa heredada?

Las personas que pueden habitar una casa heredada son, habitualmente, los herederos legales o los beneficiarios que fuesen designados mediante testamento. En caso de que hayan fallecido los dos progenitores, lo normal es que el inmueble pase a los hijos en partes iguales. Por tanto, todos ellos tendrían derecho a residir en la vivienda.

Sin embargo, hay situaciones que suelen dar pie a controversias. Es el caso, por ejemplo, de aquellas en las que uno de los hijos todavía no se ha emancipado cuando los padres fallecen. También es habitual que uno de los hermanos resida con sus progenitores para cuidarles durante sus últimos años de vida y que, al morir, quiera seguir residiendo en la vivienda.

¿Cómo se reparte una herencia de una casa entre hermanos?

Según el Código Civil, los hijos del fallecido son herederos forzosos y, por tanto, deben recibir la misma proporción de la herencia. En caso de que el fallecido contase con un patrimonio suficiente, podría asignar la vivienda a uno de sus descendientes y compensar al resto con otros bienes materiales del mismo valor.

Sin embargo, en caso de que el testador solo dejase en herencia su vivienda habitual, esta se repartiría a partes iguales entre todos sus hijos. Es decir, si tenía tres hijos, cada uno de ellos contará con un tercio de la propiedad en su haber.

Ahora bien, el caso que aquí nos ocupa es el que se produce cuando uno de los hermanos habita a la vivienda y no quiere dejarla, a pesar de que los demás hayan manifestado su voluntad de venderla o alquilarla a un tercero. En este sentido, existen tres opciones:

• Régimen precario: se produce cuando el hermano que reside en la vivienda heredada carece de un contrato de alquiler o de un título de propiedad formal. En este supuesto, el heredero podría permanecer en la vivienda sin tener que pagar nada y de forma indefinida, pero sus hermanos podrían iniciar acciones legales contra él que desembocarían irremediablemente en un desahucio.
• Régimen de acomodato: los hermanos también pueden acordar que uno de ellos utilice la propiedad heredada durante un período de tiempo concreto. Por ejemplo, mientras resuelven los asuntos personales y legales relacionados con la herencia y deciden qué hacer con la vivienda. Generalmente, en estas situaciones se exige el pago de un alquiler.
• División de la cosa común: es posible que, además del problema que supone que uno de los hermanos no quiera abandonar la vivienda, los herederos en su conjunto no se pongan de acuerdo con qué hacer con ella. En este sentido, los herederos pueden solicitar que el juzgado realice la división y determine qué le corresponde a cada uno de ellos.

Entonces, ¿qué pasa si mi hermano se quiere quedar con la casa?

Evidentemente, esto puede suponer un problema. En caso de que el resto de hermanos estéis de acuerdo en venderla o alquilarla a un tercero, siempre que la propiedad sea indivisa y él no sea menor de edad, posea una discapacidad o tenga un contrato de arrendamiento, se puede solicitar su desalojo. Esto es algo que se debe hacer mediante un burofax, para que quede constancia del hecho.

Lo más recomendable es siempre llegar a un acuerdo amistoso entre los hermanos. Sin embargo, somos conscientes de que eso no siempre es posible. En ese caso, habrá que presentar una demanda en el juzgado de primera instancia que corresponda argumentando la solicitud de desalojo y presentando todas las pruebas que sean posibles.

Otras cuestiones importantes

Eso sí, hay que tener siempre presente que no se puede echar al hermano que ocupa la vivienda heredada por la fuerza, es decir, sin recurrir a los procedimientos legales establecidos. En caso de que lo hicieran, la persona que habitaba en ella podrá recurrir a la policía para que sus hermanos le vuelvan a permitir la entrada en la casa hasta que se produzca la resolución judicial.

En caso de que el hermano que ocupa la casa no sea menor de edad, tenga una discapacidad o pague una renta, lo normal es que la sentencia judicial fuerce su desalojo, aunque no tenga otro lugar al que ir. Cuando se produzca, dispondrá de 10 días para abandonarla. Si no lo hace, los hermanos podrán solicitar al juzgado que el desalojo se produzca por la fuerza.

Dicho esto, esperamos haber dejado lo suficientemente claro lo que sucede cuando un hermano no quiere abandonar el domicilio que ha heredado junto a sus hermanos. Una situación que se está tornando especialmente habitual, ahora que el mercado inmobiliario está volviendo a alcanzar cifras de récord a causa de la crisis de la vivienda que afecta a nuestro país. En cualquier caso, si necesita ayuda legal, no dude en ponerse en contacto con nuestros abogados especialistas en herencias.