Qué es un poder notarial, para qué sirve y cómo se hace

Hay veces en las que, por cualquier razón, necesitamos delegar la potestad de actuar en nuestro nombre a otra persona. Para ello, cuando se trata de actos jurídicos, es necesario otorgar un poder notarial de representación. Pero ¿qué es exactamente este documento y qué tipos existen? A estas dos preguntas y a muchas otras vamos a darles respuesta aquí.

¿Qué es un poder notarial?

Los poderes notariales son documentos públicos que permiten a las personas físicas y jurídicas a designar a otra persona para que actúe en su representación a la hora de actuar en determinados actos jurídicos.

La persona que es representada recibe el nombre de poderdante, mientras que el representante es denominado apoderado. El poder notarial siempre debe ser autorizado por un notario en el ejercicio de sus funciones.

¿Qué requisitos se exigen para la emisión de un poder notarial?

En líneas generales, los requisitos exigidos por la ley para la elaboración de poderes notariales son muy exiguos. En concreto, hablamos de los siguientes:

• El poderdante debe ser una persona mayor de 18 años que se encuentre en plena posesión de sus facultades mentales.
• El apoderado ha de cumplir los mismos requisitos que el poderdante en términos de edad y condición psíquica.
• Hacer entrega al notario de un documento de identidad (DNI, NIE o pasaporte). En caso de tratarse de una persona jurídica, es decir, de una empresa, deberán aportarse los documentos que acrediten su constitución.

¿Cómo hacer un poder para autorizar a otra persona?

Es muy sencillo. En primer lugar, hay que acudir a un notario expresando la voluntad de realizar un poder notarial. Después, es necesario hacerle entrega de la documentación citada anteriormente, tras lo cual se ocupará de redactar la escritura pública.

Finalmente, el notario entregará una copia del documento al poderdante. Él será quien se la entregará al apoderado para que actúe en su representación en el trámite que estime oportuno.

El precio de los poderes notariales varía en función del contenido y de la cantidad de poder que asignen al apoderado. Generalmente, su valor suele oscilar entre los 45 y los 60 euros en el caso de los más sencillos (un poder notarial para firmar una escritura o documento similar) y entre los 120 y los 150 euros en el de los más complejos (poderes notariales generales).

¿Qué tipos de poderes notariales existen?

Actualmente, es posible distinguir entre tres tipos de poderes notariales. Vamos a verlos.

Poder notarial general

Se caracteriza por brindar al apoderado facultades de representación para realizar todo tipo de actos jurídicos. En ocasiones, incluso permiten realizar acciones sobre el patrimonio. Este es el poder notarial para firmar una escritura que se precisa durante el proceso de compraventa de un inmueble, por ejemplo.

Sin embargo, dentro de esta categoría es posible encontrar dos subtipos:

• Poder notarial para pleitos. El poderdante da capacidad a un procurador o abogado para actuar en su nombre. ¿El objetivo? Que los trámites del pleito se realicen de forma más ágil y segura.
• Poder notarial de administración de bienes. En este caso, el apoderado podrá gestionar el patrimonio del poderdante. Sin embargo, se excluyen los actos de disposición, como puede ser la contratación de una hipoteca o la firma de un contrato de compraventa.

Poder notarial especial

Este tipo de poder notarial faculta al apoderado para realizar un único acto jurídico. Hablamos, por ejemplo, de la compraventa de un bien, de la tramitación de un divorcio o herencia, etc. Hay un tipo de poder notarial especial por cada acto jurídico que admite representación. Por ejemplo, no se puede emitir para realizar testamento.

Poder notarial preventivo

Muchas personas tienen miedo de que sus voluntades no se cumplan si llega el momento en el que no son capaces de manifestarlas. Al fin y al cabo, la esperanza de vida se ha incrementado notablemente en los últimos años y cada vez tenemos más conciencia de lo que puede suponer una discapacidad o una enfermedad grave durante la vejez.

Este tipo de poderes notariales persiguen el objetivo de que dichas voluntades se cumplan. Para ello, el poderdante designa a un apoderado que, llegado el momento en el que no sea capaz de manifestar su voluntad, se encargue de expresarlas y hacerlas efectivas por él. Se hace efectivo una vez que se constata que existe una discapacidad por parte de quien lo otorga.

Conviene decir que, cuando hace referencia a ciertos ámbitos, el poder notarial preventivo ha de cumplir una serie de requisitos adicionales:

• Voluntades anticipadas. Ha de realizarse siempre ante testigos mayores de edad, en posesión de sus facultades mentales y con capacidad de obrar.
• Autocuratela. El curador designado mediante poder notarial debe ser ratificado por un juez tras demostrar que no tiene ánimo de lucro.

En los últimos años, su expedición se ha multiplicado por seis. Suele tratarse de poderes notariales de padres a hijos, pero hay veces en las que se designa como apoderado a alguien que no es familia.

¿Es posible revocar un poder notarial?

Claro que sí. Cualquier poder notarial puede ser revocado en el mismo momento en el que el poderdante expresa su voluntad de hacerlo. Solo tiene que acudir a un notario (no tiene por qué ser el mismo que lo emitió), solicitarle que lo haga y abonar las tasas que sean pertinentes.

¿Puede expedirse un poder notarial conjunto?

Sí. Por ejemplo, es posible solicitar a un notario un poder notarial de varios hermanos que designen a un apoderado para que actúe en nombre de todos, por ejemplo, al gestionar la herencia de sus padres.

En definitiva, los poderes notariales son escrituras públicas de representación gracias a las cuales un tercero puede realizar casi cualquier acto jurídico en nuestro nombre. Esperamos que te haya quedado claro para qué sirven y qué tipos existen. Pero, si tienes cualquier duda más, ponte en contacto con nosotros y la resolveremos.