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Todos, en mayor o menos medida, esperamos que llegue cualquiera de los períodos de rebajas que tienen lugar a lo largo del año para hacer nuestras compras. No importa si se trata de un televisor nuevo, de renovar el vestuario o de un armario. Los descuentos hacen que nos sintamos seducidos por los comercios.
Sin embargo, alrededor de los períodos de rebajas, siempre existe una cierta inseguridad por parte del consumidor. Por ello, en esta ocasión, queremos especificarle cuáles son sus derechos a la hora de comprar en estas épocas.
La legislación vigente en materia de períodos de rebajas
La venta en rebajas está ampliamente regulada. En primer lugar, hay que tener en cuenta el marco establecido por la Ley 7/1996, de 15 de enero, de ordenación del comercio minorista. Este texto fue publicado con el propósito de establecer un equilibrio en términos de distribución comercial entre grandes, pequeñas y medianas empresas asegurando una competencia leal y libre.
La regulación en torno a las rebajas aparece tipificada entre los artículos 24 y 26. En concreto, las define como productos que se encontraban a la venta en el comercio pero que, durante un lapso de tiempo concreto, se ponen a la venta con un determinado descuento.
Esta legislación fue modificada durante el año 2012 para dar libertad a los comerciantes a la hora de realizar rebajas en aquellos períodos dentro del año en los que consideren más oportuno. También les concede la potestad de determinar la duración de estas. Por su parte, cada comunidad autónoma también tiene la libertad de adoptar normas al respecto.
Los derechos del consumidor en épocas de rebajas
La legislación ha tratado de proteger al consumidor ante posibles malas prácticas en períodos de rebajas por parte de los comerciantes. Vamos a explicarle cuáles son a partir de unas sencillas cuestiones.
¿Cuándo estamos en rebajas?
Aunque hay cierta libertad por parte de los comerciantes, la potestad de fijar los períodos de rebajas y su duración corresponde a cada comunidad autónoma. Esto no quiere decir que un establecimiento concreto no pueda fijar una fecha dentro del calendario en la que, por ejemplo, ofrezca descuentos equivalentes al IVA.
La tienda deberá anunciar que se encuentra en rebajas en un lugar perfectamente visible para el público y siempre dentro del período fijado por la comunidad autónoma en la que se encuentre. La duración de estas no podrá ser superior a los dos meses ni inferior a una semana.
Por su parte, para poder especificar que se encuentra en rebajas, el comercio tiene la obligación de ofrecer descuentos sobre la mitad o más de los productos que posee a la venta.
¿Comprar un producto en rebajas suponer renunciar a algún derecho?
La respuesta es que no. Un comerciante no puede vender un producto a un precio rebajado a cambio de establecer un menor período de garantía o de devolución, por ejemplo. En este sentido, debe garantizar que el comprador tenga, como mínimo, 14 días para su devolución inmediata, así como respetar los períodos de garantía contemplados. En caso de que el producto esté defectuoso, tendrá la obligación de hacer frente a su sustitución o reparación.
De hecho, en términos de política de devoluciones, el comercio no podrá variar la que emplease durante el resto del año. Sin embargo, esto no es un imperativo legal, ya que la empresa puede fijar el período que estime oportuno. (7, 15, 30 días...).
Lo cierto es que, en el caso del comercio tradicional, no existe un derecho a la devolución 'per se'. Esto se debe a que el comercio tiene la potestad de no permitir el reembolso del pago del producto, si bien es cierto que sí tendrá que aceptar su sustitución por otro idéntico, su cambio por otro abonando la diferencia o el abono del importe en forma de ticket regalo.
¿Cómo puede saber el consumidor que realmente se ha producido una rebaja en el precio?
No basta con el hecho de que el comerciante diga que un determinado producto se encuentra rebajado un 10 %, un 30 % o un 50 %, por ejemplo. Debe demostrarlo. ¿Cómo? Poniendo la nueva etiqueta de precio sobre la antigua. En este sentido, bajo ninguna circunstancia puede colocarla de forma que el valor original del producto no quede visible para el comprador.
Ambos precios deben aparecer claramente indicados en la etiqueta para que el consumidor pueda saber cuál es la cuantía de la rebaja. Facua y otras organizaciones disponen de plataformas encargadas de supervisar esto. En caso de no cumplir con sus obligaciones legales en rebajas, la compañía puede ser objeto de fuertes sanciones.
Además, ninguna compañía puede practicar 'dumping'. Este término anglosajón se utiliza para hacer referencia a la práctica conocida como 'venta a pérdida'. Con mucha asiduidad, esta ha sido utilizada por grandes superficies con el propósito de atraer al cliente hacia otros productos. Sin embargo, desde que el Tribunal de Justicia Europeo la considerase ilegal, ningún comercio puede vender por debajo del precio de coste.
¿Qué sucede con los productos online rebajados?
Aunque la normativa varíe ligeramente en el caso del comercio electrónico respecto al tradicional, los derechos fundamentales del cliente se ven salvaguardados de la misma forma en rebajas.
En este sentido, el comercio online tiene la obligación de seguir las mismas pautas que el físico para declararse en rebajas (más de la mitad de sus productos con descuentos, especificación visible para el cliente, etc.). Sin embargo, más allá de la devolución, la ley recoge el derecho de desistimiento.
El derecho de desistimiento concede al consumidor la posibilidad de devolver el producto adquirido sin alegar motivo alguno durante los 14 días posteriores a su recepción. Esto se debe a que se le concede la posibilidad de verlo y examinarlo para determinar si lo especificado a través de la web se ajusta a la realidad. Al fin y al cabo, no es lo mismo comprar un producto físicamente que a través de una plataforma virtual.
Pero, además, el cliente tiene la posibilidad de desistir de su compra en el transcurso de tiempo abarcado entre el pago de la compra y el procesamiento y envío del producto. Es decir, si este aún se encuentra en los almacenes de la empresa y el consumidor cambia de idea, tiene el derecho a recibir el reembolso de su pago automáticamente.
Por su lado, la devolución del producto por motivos de desistimiento no conllevará ninguna penalización al consumidor. El único gasto al que tendrá que hacer frente, y solo en casos específicos en los que sea estrictamente necesario, será a los gastos de envío por parte de la compañía de mensajería. Estos no se pueden aplicar en caso de que el artículo no se corresponda con el adquirido a través de la plataforma online o presente algún desperfecto.
En rebajas el consumidor mantiene sus derechos
En definitiva, durante los períodos de rebajas, el consumidor no solo mantiene intactos los derechos que posee a lo largo del resto del año, sino que también adquiere otros nuevos ajustados a las características de estos. De hecho, el comerciante posee una serie de obligaciones adicionales que solo redundan en que el cliente pueda disfrutar de un servicio adecuado y no sea engañado. Si tiene alguna duda, contacte con los abogados especialistas de G. Elías y Muñoz Abogados.
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