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A estas alturas, seguro que sabes que todas las causas de despido se encuentran reguladas por el Estatuto de los Trabajadores y los convenios colectivos vigentes. En ellos se determinan las condiciones para el despido objetivo y disciplinario, mientras que los jueces tienen la potestad de determinar la procedencia o improcedencia de la extinción de las relaciones laborales.
Ahora bien, ¿son las faltas de asistencia uno de esos motivos que pueden dar pie a un despido objetivo o disciplinario? La respuesta es que sí, pero hay muchos matices que debes conocer. Por ello, aquí queremos contarte todo lo que has de saber en torno al despido por faltar al trabajo de manera injustificada.
Antes de nada, ¿qué es una falta injustificada?
Hay que partir de la base de que no todas las faltas de asistencia o puntualidad son culpa del trabajador. En este sentido, se entiende que son justificadas todas aquellas que tienen una motivación demostrable y que preservan uno de sus derechos.
Hablamos, por ejemplo, de un malestar puntual o de un accidente o enfermedad que esté justificada por una baja laboral por parte de un facultativo. También las faltas de asistencia que se deban a la representación de otros trabajadores, al ejercicio del derecho a huelga o al cumplimiento de un deber público de cualquier tipo.
En cambio, cuando hablamos de faltar al trabajo sin justificar, hacemos referencia a todas aquellas situaciones de absentismo que son responsabilidad de una conducta culpable, voluntaria y evitable del trabajador. Por ejemplo, quedarse dormido en repetidas ocasiones o alegar problemas de salud sin justificante médico.
En estos momentos, las faltas justificadas no se consideran como causas de despido objetivo, aunque hasta hace no demasiado tiempo no era así. La última reforma del Estatuto de los Trabajadores eliminó cualquier cobertura para los empresarios en este sentido.
¿Existe el despido por no ir a trabajar?
Solo hace falta echar un vistazo al artículo 54.2.a del Estatuto de los Trabajadores para darnos cuenta de que sí. En él se hace referencia a las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad como causa de despido disciplinario.
Como recordatorio, el despido disciplinario es el más doloso para el trabajador, ya que pierde el derecho a cobrar una indemnización por el tiempo que lleva prestando sus servicios a la empresa. Tampoco exige de preaviso, pero sí mantiene su derecho a percibir el finiquito y a cobrar la prestación por desempleo, si reúne los requisitos necesarios.
Dicho esto, es importante hacer hincapié en los conceptos “repetidas” e “injustificadas”, que además deben deberse a “conductas graves y culpables” por parte del trabajador y suponer “el incumplimiento de sus deberes laborales”. En caso de que el empleado despedido impugne el despido disciplinario en el juzgado, será la empresa la responsable de demostrar que se cumplen estos requisitos.
¿Cuántas faltas de asistencia justifican un despido?
Llegado a este punto, tal vez te preguntes que cuántos días puedes faltar al trabajo sin justificar hasta que te despidan o, como empresario, hasta qué punto tienes que soportar la conducta negligente del empleado. Se trata de una cuestión compleja, ya que la legislación vigente no especifica un número mínimo de ausencias injustificadas para proporcionar el derecho a realizar un despido disciplinario. En algunos convenios colectivos sí, pero no en todos los casos.
Lo mismo sucede con las faltas de puntualidad, si bien es cierto que se trata de una conducta menos grave que, generalmente, requiere de un número mayor. En cualquier caso, la jurisprudencia ha determinado en repetidas ocasiones (aunque no de forma unánime) que tres faltas injustificadas son suficientes para acometer el despido disciplinario.
Pero ¿por qué? Fundamentalmente, porque la ley sí recoge que los trabajadores pueden faltar a su puesto durante tres días consecutivos en caso de accidente o enfermedad común o profesional. De hecho, si alguna vez te has dado de baja, te habrás dado cuenta de que no has empezado a cobrar la prestación por incapacidad temporal por parte de la Seguridad Social o la mutua hasta el cuarto día.
Entonces, ¿qué pasa si falto un día al trabajo sin justificar?
Con total probabilidad, la empresa te va a descontar el día salario, ya que no has acudido a tu puesto sin que exista una causa que lo justifique. No importa si el convenio colectivo recoge el derecho a percibir el salario de los tres días previos a la baja laboral a los que hicimos referencia anteriormente. La situación sería la misma que si, por ejemplo, ejercieses tu derecho a la huelga si una ha sido convocada por un sindicato.
Sin embargo, has de tener cuidado. Aunque las faltas no se produzcan de forma consecutiva, la empresa puede tenerlas en cuenta y aplicarte sanciones por absentismo si considera que estás actuando de mala fe.
¿Y qué pasa si no voy a trabajar durante más de tres días?
Hay trabajadores que dejan de asistir a su puesto de trabajo con el propósito de que el empresario los despida para así cobrar el paro, aunque con ello renuncien a la indemnización que podría corresponderles por su antigüedad. Sin embargo, esta es un arma de doble filo, ya que la empresa puede sancionarle de otras maneras.
Por ejemplo, descontándole esos días de su sueldo e imponiéndole jornadas sin empleo y salario adicionales, de modo que la situación se vuelva insostenible. Asimismo, este podría exigir una compensación por daños y perjuicios, si su actividad profesional se ha visto resentida por esta actitud.
Por si fuera poco, los jueces pueden determinar, aunque el empresario efectúe el despido, que es el trabajador el que ha abandonado su puesto, lo que se considera una dimisión o baja voluntaria. En ese caso, además, perdería el derecho a percibir la prestación por desempleo, aunque tuviera derecho a ella por haber cotizado lo suficiente.
Dicho esto, creemos haber dejado lo suficientemente claro cuándo se puede producir un despido por faltar al trabajo y cuándo no, a pesar de que no hay una legislación completamente clara al respecto. En caso de que tu empresa te haya echado por este motivo y no estés de acuerdo, ponte en contacto con nosotros. Tenemos un amplio equipo de abogados especializados en despidos que te asesorarán, te guiarán y defenderán tus derechos durante todo el proceso de impugnación.

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