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El delito continuado es un concepto jurídico que se refiere a una serie de acciones delictivas que, aunque individualmente podrían constituir delitos separados, se consideran como un único delito debido a su naturaleza, modo de realización y la continuidad en el tiempo. Este concepto se aplica en el derecho penal español para limitar la pena a imponer, buscando un equilibrio entre el castigo y la proporcionalidad.
¿Qué es el Delito Continuado?
El concepto de delito continuado entra en juego cuando una persona, que ha cometido un delito, como podría ser un hurto, una falsificación o delitos contra la propiedad, persiste en su comportamiento delictivo siguiendo un esquema preestablecido o aprovechando ciertas circunstancias para cometer el mismo delito o uno de características parecidas, afectando a una o a varias personas. Este principio se utiliza con el objetivo de evitar la asignación de una sanción que pueda ser desmedida en relación a la seriedad de los actos perpetrados, al tiempo que se impone un castigo más severo al autor por la realización de múltiples acciones delictivas.
Ejemplos de Delito Continuado
Un ejemplo de delito continuado es el de un carterista que roba varios bolsos durante un viaje en tren; si a este sujeto se le impusiera una pena por cada delito individual, la pena total sería muy elevada. Como se considera que se han vulnerado los mismos o similares bienes jurídicos, que las acciones son parecidas, que se realizaron en un espacio temporal próximo y que el dolo es unitario, se puede "corregir" la pena con la figura del delito continuado.
Otro ejemplo podría ser el siguiente, imaginemos a un individuo que, durante varios días, realiza pequeñas estafas en una tienda de comestibles local, hurtando pequeñas cantidades de dinero de la caja registradora. Cada uno de estos actos, considerado de forma aislada, podría ser procesado como un delito de hurto. Sin embargo, debido a que todas estas acciones son similares en naturaleza, se realizan en el mismo lugar y siguen un patrón temporal, en lugar de ser juzgado por múltiples delitos de hurto, este individuo sería procesado por un delito continuado. En este caso, la pena aplicada sería la correspondiente al delito de hurto, pero en su mitad superior, en lugar de la suma de las penas por cada acto individual de hurto.
Requisitos para la Aplicación del Delito Continuado
Para que un grupo de acciones pueda ser considerado como un delito continuado, se necesitan ciertas condiciones:
- Pluralidad de hechos diferenciados: debe haber varias acciones u omisiones que juntas formen un solo delito, pero que por separado podrían ser consideradas como delitos distintos.
- Unidad del bien jurídico lesionado: Todas las acciones u omisiones deben dañar el mismo bien jurídico, infringiendo el mismo precepto penal o preceptos de similar o idéntica naturaleza.
- Unidad de enjuiciamiento: Todos los hechos deben ser juzgados en el mismo procedimiento y ninguno de los delitos debe haber sido juzgado de forma independiente.
- Unidad de intención o dolo: esto significa que debe haber un solo propósito o plan detrás de todas las acciones u omisiones realizadas. Ya sea que este plan se haya ideado con anticipación o que haya surgido debido a las circunstancias, todas las acciones deben estar guiadas por la misma intención.
- Unidad de autor: Todos los hechos deben haber sido cometidos por la misma persona.
- Proximidad en tiempo y espacio: Todos los delitos deben haberse cometido en un periodo de tiempo y en un lugar cercanos.
- Consistencia en el método de actuación: El autor debe haber realizado todos los hechos siguiendo el mismo método de actuación, es decir, utilizando la misma o similar forma de proceder.
Regulación del Delito Continuado en el Código Penal Español
El delito continuado está regulado en el artículo 74 del Código Penal español. Según este artículo, el autor de un delito continuado será castigado con la pena señalada para la infracción más grave, que se impondrá en su mitad superior, pudiendo llegar hasta la mitad inferior de la pena superior en grado. Sin embargo, cuando se trate de delitos contra el patrimonio, se impondrá la pena teniendo en cuenta el perjuicio total causado. En tales circunstancias, el juez o tribunal, con una justificación adecuada, aplicará una pena que sea uno o dos grados mayor, en la medida que considere apropiada, si el acto delictivo es de notable severidad y ha causado daño a un amplio número de personas.
Resumiendo
El delito continuado es un concepto jurídico que busca equilibrar la proporcionalidad de las penas en casos donde se cometen múltiples delitos de la misma o similar naturaleza. A través de su aplicación, se evita la imposición de penas excesivas, al tiempo que se sanciona de manera más severa a aquellos que cometen múltiples actos delictivos.
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