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¿Qué pasa si no te presentas a un juicio al que te han citado? Sin duda, ya se trate de una comparecencia como denunciante, acusado o testigo, seguro que es una pregunta que te ronda la cabeza en este momento. Por ello, aquí queremos darle una respuesta precisa y detallada fundamentada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Consecuencias de no acudir a una citación judicial siendo la parte acusada
En este caso, para determinar las consecuencias de no presentarse a un juicio cuando somos la parte acusada, debemos establecer si se trata de un procedimiento abreviado o plenario.
Qué pasa si no me presento a un juicio de procedimiento abreviado
Según el artículo 786,1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es obligatorio que, para que se celebre un juicio oral, el acusado se persone junto a su abogado defensor. De hecho, durante la fase de instrucción, en base al artículo 775.1 de dicho texto legal, es obligatorio que aporte un domicilio a efectos de notificaciones. A través de ella se le advertirá de que, en caso de no presentarse, el juicio podrá celebrarse sin que pueda defender sus intereses ante el tribunal.
Por tanto, la ausencia injustificada del acusado no es motivo para proceder a la suspensión del juicio salvo que el juez, el tribunal o el Ministerio Fiscal lo estimen imprescindible. Eso sí, esta regla solo es aplicable para aquellos delitos cuya pena no supere los 2 años de privación de libertad. Además, en caso de que haya varios acusados, la ausencia de uno no supone que el juicio no continúe para los demás.
En este punto entra en juego otra cuestión importante: ¿qué pasa si el juzgado no me localiza? Pues lo mismo. La imposibilidad de obtener una dirección en la cual realizar la notificación no implica la suspensión del procedimiento.
Qué pasa si no me presento a un juicio de procedimiento plenario
Las normas detalladas anteriormente respecto al procedimiento abreviado no hacen referencia en ningún momento al procedimiento plenario. Esto ha llevado a que los juristas interpreten que la ausencia del acusado no altera el desarrollo de la vista. Eso sí, conlleva una serie de consideraciones:
- El acusado dejará de ser considerado como fuente de prueba.
- El acusado perderá el derecho a tener la última palabra.
- El acusado también perderá el derecho a participar en la práctica de la prueba.
- El principio de oportunidad para alcanzar un acuerdo deja de estar disponible.
- La notificación de la sentencia será realizada en el momento en el que el acusado comparezca.
- Dicha sentencia podrás ser recurrida en anulación, pero no en apelación.
¿Qué pasa si en un juicio no se presenta la parte acusadora?
Es posible que suceda lo contrario, es decir, que se produzca la incomparecencia del denunciante. En este sentido, si hablamos de un delito leve (menos de 2 años de pena máxima de privación de libertad) y el hecho de que solo pueda ser perseguido por el ofendido harán que la acusación no pueda sostenerse. Por tanto, su incomparecencia implicará automáticamente la absolución del acusado. Esto es algo que no sucede en el caso de los delitos graves ya que dicha acusación puede ser mantenida por el Ministerio Fiscal.
En este sentido, hay que señalar que la incomparecencia injustificada del denunciante puede ser sancionada con una multa de entre 200 € y 2000 € en virtud de lo dispuesto en el artículo 967.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Así que conviene no jugársela.
Causas justificadas para no acudir a un juicio como testigo
Las citaciones judiciales son de obligado cumplimiento. Por tanto, en caso de recibir una con el propósito de que asistamos a un juicio en calidad de testigos, tenemos que comparecer, prestar juramento o promesa, declarar y, sobre todo, decir la verdad. No hay alternativa.
Es cierto que existen ciertos motivos para no asistir a un juicio como testigo, pero son excepcionales. Hablamos, en concreto, de las razones médicas y de fuerza mayor, como puede ser una hospitalización, una indisposición grave o la contracción de una enfermedad infecciosa y contagiosa.
Residir en otra ciudad o país o que el juicio se celebre en horario laboral no son causas justificadas para no acudir a un juicio. La clave está en que el motivo sea ajeno a nuestra voluntad. Por ejemplo, es posible que vivamos en Andalucía, tengamos un juicio en Madrid y ese día haya un temporal de nieve que corte las comunicaciones entre ambas regiones. En ese caso, no habría problema.
Sin embargo, los juzgados han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías y, por ello, cuando suceden este tipo de problemas, se valen de los medios telemáticos. Prestar declaración como testigo a través de videollamada es cada vez más habitual en este tipo de situaciones.
En definitiva, ya sea en calidad de testigo, de acusado o de denunciante, estamos obligados a asistir al juicio una vez que el tribunal solicita nuestra comparecencia. No hacerlo puede suponer que el procedimiento siga sin que se protejan nuestros derechos y que tengamos que hacer frente a multas de hasta 2000 €.
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