¿Qué es el contrato de mandato?

¿Qué es el contrato de mandato?
¿Qué es el contrato de mandato?
Publicado el: por Vicente García Elías

Tabla de contenidos

El contrato de mandato es un acuerdo en el que una persona, llamada mandante, encarga a otra persona, llamada mandatario, la realización de determinadas acciones o gestiones en su nombre y representación. En este contrato, el mandante otorga al mandatario una serie de facultades para actuar en su nombre, pero sin transferirle la titularidad de los derechos o bienes que se encuentran bajo su control.

Es importante que el contrato de mandato sea claro y preciso en sus términos para evitar cualquier tipo de malentendido o conflicto entre las partes. Si se tiene alguna duda o se requiere asesoría legal, se recomienda consultar a un abogado experto en derecho mercantil.

Este tipo de contrato puede tener distintos objetivos, como la realización de gestiones administrativas, la representación en un proceso judicial o la gestión de una cartera de valores o inversiones. Además, puede tener una duración determinada o indeterminada, y puede ser revocado por cualquiera de las partes en cualquier momento.

Uno de los aspectos más relevantes del contrato de mandato es la relación de representación que se establece entre el mandante y el mandatario. En este sentido, el mandatario actúa en nombre y representación del mandante, y por lo tanto, sus actuaciones vinculan al mandante frente a terceros. Por este motivo, es importante que el mandatario actúe con diligencia y lealtad, y que no exceda los límites de las facultades que le han sido otorgadas por el mandante.

Otro aspecto relevante del contrato de mandato es la remuneración que recibe el mandatario por su actividad. En este sentido, el mandatario tiene derecho a percibir una retribución por los servicios que presta, salvo que se haya acordado lo contrario entre las partes o que la gestión se realice sin ánimo de lucro.

En cuanto a las obligaciones del mandante, éste tiene la obligación de proporcionar al mandatario los recursos y la información necesaria para la realización de la gestión encomendada. Asimismo, debe indemnizar al mandatario por los daños y perjuicios que éste pueda sufrir como consecuencia de su actuación en cumplimiento de las facultades otorgadas.

En cuanto a las obligaciones del mandatario, éste tiene la obligación de actuar con la diligencia y lealtad debidas, y de cumplir con las instrucciones que le haya dado el mandante en relación con la gestión encomendada. Además, debe rendir cuentas al mandante de las acciones realizadas en su nombre, y devolverle cualquier bien o derecho que le haya sido entregado al término de la gestión.

En cuanto a las responsabilidades, el mandatario es responsable de los actos que realice en el ejercicio de las facultades que le han sido otorgadas por el mandante. En este sentido, si el mandatario incumple sus obligaciones o actúa con negligencia, puede ser responsable de los daños y perjuicios que cause al mandante o a terceros.

Por su parte, el mandante es responsable de los actos realizados por el mandatario en el ejercicio de las facultades otorgadas, salvo que demuestre que éstos se realizaron sin su consentimiento o que el mandatario excedió las facultades que le habían sido otorgadas.

Tipos de contrato de mandato

Existen diferentes tipos de contrato de mandato, que se diferencian principalmente por el ámbito de actuación del mandatario y la naturaleza de las gestiones o acciones que se le encomiendan. A continuación, se describen algunos de los tipos de contrato de mandato más comunes:

  1. Mandato para la gestión de negocios: En este tipo de contrato de mandato, el mandante encarga al mandatario la gestión de un negocio o empresa durante un período determinado. El mandatario actúa en nombre y representación del mandante, y puede tomar decisiones y realizar acciones para llevar a cabo la gestión del negocio, como la contratación de personal, la compra de materiales o la negociación de contratos.
  2. Mandato para la venta de bienes: En este tipo de contrato de mandato, el mandante encarga al mandatario la venta de un bien o varios bienes en su nombre. El mandatario actúa en nombre y representación del mandante, y tiene la facultad de realizar todas las acciones necesarias para la venta, como la publicidad del producto, la negociación del precio, la firma de contratos y la entrega del bien.
  3. Mandato para la prestación de servicios: En este tipo de contrato de mandato, el mandante encarga al mandatario la prestación de un servicio en su nombre. El mandatario actúa en nombre y representación del mandante, y puede realizar todas las acciones necesarias para la prestación del servicio, como la contratación de personal, la adquisición de materiales o la negociación de contratos.
  4. Mandato para la gestión de patrimonio: En este tipo de contrato de mandato, el mandante encarga al mandatario la gestión de su patrimonio durante un período determinado. El mandatario actúa en nombre y representación del mandante, y puede realizar acciones para la gestión del patrimonio, como la compra o venta de bienes, la inversión en fondos o la gestión de cuentas bancarias.
  5. Mandato judicial: En este tipo de contrato de mandato, el mandante encarga al mandatario la representación en un proceso judicial o administrativo. El mandatario actúa en nombre y representación del mandante ante el órgano judicial o administrativo, y tiene la facultad de realizar todas las acciones necesarias para la defensa de los intereses del mandante.

Cómo se hace un contrato de mandato

Para hacer un contrato de mandato, se deben seguir los siguientes pasos:

  • Definir los términos del mandato: Antes de redactar el contrato, es importante definir qué acciones o gestiones se encomendarán al mandatario, por cuánto tiempo y bajo qué condiciones. También se debe determinar si el mandato es con o sin representación.
  • Identificar a las partes involucradas: Es necesario identificar al mandante y al mandatario, incluyendo su nombre completo, domicilio, documento de identidad y cualquier otra información relevante.
  • Redactar el contrato: El contrato debe incluir los términos acordados entre el mandante y el mandatario, como el objeto del mandato, el plazo de duración, la retribución, las facultades y responsabilidades del mandatario, las obligaciones del mandante, entre otros. También es importante incluir las consecuencias en caso de incumplimiento de alguna de las partes.
  • Firma del contrato: Una vez redactado el contrato, debe ser firmado por ambas partes. Se recomienda que cada parte tenga una copia del contrato firmado para evitar posibles malentendidos o conflictos.
  • Registro del contrato: En algunos casos, es necesario registrar el contrato de mandato en una entidad pública, como el Registro Mercantil o el Registro de la Propiedad, según el objeto del mandato.
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