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La prelación de pagos en un término legal que se utiliza para describir el orden en el que se pagan las deudas y obligaciones de una empresa o persona. En otras palabras, es una lista que establece qué acreedores tienen prioridad sobre otros en caso de que los recursos disponibles no sean suficientes para pagar a todos los acreedores al mismo tiempo. Un abogado mercantilista sería la persona adecuada que le podría ayudar en dicho tema.
La prelación de pagos se rige por las leyes y regulaciones específicas de cada país. Por ejemplo, en algunos países, los impuestos tienen una prioridad absoluta en la prelación de pagos, lo que significa que los impuestos siempre deben ser pagados primero antes de cualquier otra deuda. En otros países, los trabajadores pueden tener una prioridad alta en la prelación de pagos, lo que significa que deben ser pagado antes que otros acreedores.
Los diferentes tipos de prioridades que se pueden establecer en una prelación de pagos son:
- Prioridad absoluta: algunos tipos de deudas tienen prioridad absoluta sobre cualquier otra deuda. Esto significa que, en caso de insolvencia, estas deudas deben ser pagadas primero antes de cualquier otra deuda. Los impuestos son un ejemplo común de deudas con prioridad absoluta. En muchos países, los impuestos tienen prioridad sobre cualquier otra deuda y, en algunos casos, incluso sobre las deudas garantizadas.
- Prioridad garantizada: una deuda garantizada es aquella que está respaldada por un bien o activo específico. Por ejemplo, un préstamo hipotecario está garantizado por la propiedad que se compra con ese préstamo. En una prelación de pagos, las deudas garantizadas suelen tener una prioridad alta. En caso de insolvencia, los activos que respaldan estas deudas se venden para pagar las deudas garantizadas antes de que se paguen otras deudas.
- Prioridad preferente: las deudas preferentes son aquellas que tienen una prioridad más alta que las deudas ordinarias, pero que no están garantizadas. Un ejemplo común de una deuda preferente son lo salarios y las indemnizaciones por despido de los empleados. Si una empresa se declara en quiebra, los trabajadores tienen una prioridad alta en la prelación de pagos y se les debe pagar antes de que se paguen otras deudas.
- Deudas ordinarias: las deudas ordinarias son aquellas que no tienen una prioridad especial en la prelación de pagos. En caso de insolvencia, estas deudas se pagan después de que se han pagado las deudas con prioridad absoluta, las deudas garantizadas y las deudas preferentes.
Es importante destacar que la prelación de pagos no es una lista fija que se aplica en todas las situaciones. En muchos casos, se pueden establecer acuerdos entre los acreedores y los deudores para modificar el orden en el que se pagan las deudas. Por ejemplo, los acreedores pueden acordar renunciar a su prioridad para permitir que un deudor pague primero a otros acreedores que tienen una situación más crítica.
¿Cuándo hay una prelación de créditos?
La prelación de créditos se utiliza para determinar la prioridad de los créditos y la forma en que se distribuyen los recursos disponibles ente los acreedores. En este sentido, es fundamental entender los diferentes tipos de créditos y la forma en que se clasifican para establecer un orden de prelación.
Los créditos se pueden clasificar en diferentes categorías, según la naturaleza y las características de cada uno de ellos. A continuación, se describen las principales categorías de créditos que se utilizan en la prelación de créditos:
- Créditos con garantía real: son aquellos que están respaldados por una garantía real, como una hipoteca, prenda o cualquier otro tipo de garantía. En caso de insolvencia, los bienes que respaldan estos créditos se venden y el producto obtenido se utiliza para pagar las deudas.
- Créditos con garantía personal: son aquellos que no están respaldados por una garantía real, pero que cuentan con un aval o garantía personal de un tercero. En caso de insolvencia, el aval o garantía personal del tercero se utiliza para pagar la deuda.
- Créditos subordinados: son aquellos que se encuentran en una posición inferior a los créditos con garantía real y los créditos con garantía personal: Estos créditos se pagan después de que se hayan satisfecho las obligaciones de los créditos con garantía real y los créditos con garantía personal.
- Créditos ordinarios: son aquellos que no cuentan con ninguna garantía específica y que no tienen una posición privilegiada en la prelación de créditos. Estos créditos se pagan después de que se hayan satisfecho las obligaciones de los créditos con garantía real, los créditos con garantía personal y los créditos subordinados.
La prelación de créditos se realiza en función de la clasificación anterior, de manera que se establece un orden de prioridad en el pago de las obligaciones. En caso de que no haya suficientes recursos disponibles para pagar todas las deudas, se procede al pago de las deudas de acuerdo con el orden establecido en la prelación de créditos. En este sentido, los créditos con garantía real tienen prioridad sobre los créditos con garantía personal, los créditos subordinados y los créditos ordinarios.
Tipos de prelación de créditos
Hay varios tipos de prelación de créditos que se utilizan en diferentes contextos y jurisdicciones.
- Privilegios generales: Son aquellos que se otorgan a los acreedores en función de su categoría, independientemente de la naturaleza de la deuda. Por ejemplo, las obligaciones fiscales y laborales suelen tener un privilegio general. Esto significa que los acreedores con este tipo de deudas tienen prioridad sobre otros acreedores en el momento de la liquidación de los activos de la empresa.
- Privilegios especiales: Se otorgan a los acreedores en función de la naturaleza específica de su deuda. Por ejemplo, en algunos países, los créditos hipotecarios tienen un privilegio especial, lo que significa que tienen prioridad sobre otros créditos en el momento de la liquidación de los activos de la empresa.
- Créditos subordinados: Son aquellos que tienen una prioridad menor en la prelación de créditos. Esto significa que, en caso de una insolvencia o quiebra, los acreedores subordinados se pagan después de los acreedores privilegiados. Los acreedores subordinados pueden incluir los accionistas de la empresa, los prestamistas que hayan acordado condiciones menos favorables, etc.
- Créditos quirografarios: Son aquellos que no tienen ningún tipo de privilegio o garantía. Estos créditos son los que tienen la prioridad más baja en la prelación de créditos. Los acreedores quirografarios sólo se pagan después de los acreedores privilegiados y subordinados. En algunos casos, los acreedores quirografarios no reciben ningún pago si no hay suficientes activos para cubrir las deudas privilegiadas y subordinadas.
- Créditos con garantía real: Son aquellos que están respaldados por algún tipo de garantía, como una hipoteca o una prenda. En caso de incumplimiento del deudor, el acreedor puede ejecutar la garantía para recuperar el pago del crédito. Los créditos con garantía real suelen tener una prioridad más alta en la prelación de créditos que los créditos quirografarios. Sin embargo, la prioridad exacta dependerá de la legislación y las regulaciones aplicables.
¿Cuál es la regla de prelación en materia tributaria?
La regla de prelación en materia tributaria se refiere al orden en el que se pagan las deudas tributarias (impuestos, tasas, y contribuciones especiales) en caso de que el deudor no tenga suficientes recursos para pagar todas sus deudas.
En general, en la mayoría de los países, la prelación de créditos en materia tributaria se establece por ley y tiene un orden de prioridad específico. Por lo general, los impuestos se consideran deudas privilegiadas, lo que significa que tienen prioridad sobre otros tipos de deudas. En algunos países, las deudas tributarias también pueden tener un privilegio especial que las coloca por encima de otras deudas privilegiadas.
Por ejemplo, en España, la prelación de créditos en materia tributaria se rige por el artículo 90 de la Ley General Tributaria. Según esta ley, en caso de insolvencia del deudor, las deudas tributarias tienen una prelación superior a la de cualquier otro crédito, ya sea privilegiado o no privilegiado. Las deudas tributarias tienen un privilegio especial que las sitúa por encima de otras deudas privilegiadas, como las deudas hipotecarias.
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