¿Se puede denunciar a alguien por hablar mal de ti?

Las redes sociales y, en general, la expansión de internet a todos los ámbitos de la vida ha traído muchas cosas buenas. Sin embargo, no todo es positivo. El mejor ejemplo de ello lo ofrecen quienes se ocultan tras el anonimato que les brinda la red para insultar, calumniar o difamar a otras personas.

En la mayoría de los casos, estas personas alegan que se trata de meras opiniones y que, por tanto, entran dentro de su derecho a la libertad de expresión. Sin embargo, están equivocados. Y es que sí se puede denunciar a alguien por hablar mal de ti.

La difamación en el Código Penal

Según la Real Academia Española (RAE), la difamación es la acción de “desacreditar a otra persona, ya sea por escrito o de palabra, publicando algo contra su buena opinión y fama”. Es decir, divulgar comentarios que atenten contra su reputación.

Sin embargo, la difamación no se encuentra regulada directamente como un delito en el Código Penal. En cambio, sí que están contempladas las injurias y las calumnias, que se consideran como delitos que atentan contra el derecho al honor que poseen todas las personas.

¿Qué es una injuria?

Una injuria, según el artículo 208 del Código Penal, es la “acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona”. Por ejemplo, la realización de insultos o comentarios vejatorios y humillantes contra otra persona, menoscabando su imagen y reputación.

Las injurias no se consideran delitos graves, salvo que se realicen con conocimiento de su falsedad, temerario desprecio a la verdad o dándoles publicidad a través de algún medio, como puede ser una red social. En estos casos, el artículo 209 prevé multas de 6 a 14 meses.

¿Qué es una calumnia?

Retrocedemos al artículo 205 para hablar del delito de calumnias. En concreto, el Código Penal lo define como “la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”.

Una denuncia por calumnias puede dar lugar a una condena de prisión de 6 a 24 meses y a una multa de 12 a 24 meses si se realiza con publicidad. En caso contrario, solo se prevé la multa de 6 a 12 meses. Como es obvio, el acusado quedará exento de castigo si consigue demostrar que el denunciante cometió el delito del que le acusó.

En cualquier caso, al tratarse de dos delitos contra el honor y al resultar bastante parecidos, es habitual denunciar por injurias y calumnias a la vez.

Cómo se puede denunciar a alguien por hablar mal de ti

La demanda por difamación y daño moral, ya sea motivada por injurias o calumnias (o ambas), hace referencia a un delito privado. Por tanto, solo puede ser denunciado por la víctima a través de una querella criminal, la cual debe presentarse ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil o Policía Nacional, así como las autoridades regionales de ciertas comunidades autónomas como Cataluña y el País Vasco) o en el Juzgado de Instrucción que corresponda según el domicilio del demandante.

Sin embargo, el Código Penal establece un requisito previo: la celebración de un acto previo de conciliación. De hecho, la querella debe estar acompañada de un documento que certifique que se produjo y que no se llegó a un acuerdo amistoso.

Además, las denuncias por difamación pueden presentarse por vía penal y/o por ía civil. En este segundo caso, el objetivo será conseguir una indemnización que subsane los perjuicios de las injurias y calumnias vertidas por el acusado. Conviene destacar que, si el demandado pide perdón, el proceso solo se interrumpirá en caso de que el denunciante acepte sus disculpas, las cuales deberán realizarse utilizando los mismos medios que los empleados para injuriarle o calumniarle.

En este sentido, si el proceso judicial llega hasta el final y el juez acaba emitiendo una sentencia condenatoria, es posible que exija que el culpable se retracte. Es decir, no solo tendrá que cumplir su pena, sino también exponer públicamente su acción y sus disculpas.

¿Cómo probar un delito de difamación?

Como sucede con cualquier otro tipo de delito, el denunciante debe recopilar todas las pruebas que pueda. Hablamos, por ejemplo, de capturas de pantalla de comentarios en redes sociales o de conversaciones en aplicaciones de mensajería instantánea, de grabaciones de audio en las que el demandante esté presente para no vulnerar el derecho a la privacidad o de declaraciones de testigos.

El problema está en que, cuando alguien recurre a las redes sociales con el propósito de difamar a otra persona, suele utilizar un pseudónimo para ocultar su identidad. De hecho, existen muchas otras herramientas con las que resulta muy complicado determinar qué persona es responsable de las injurias o calumnias que motivan la querella. Solo hay que pensar en las redes VPN, que hacen creer a las páginas web que un usuario está en un país en el que realmente no se encuentra.

Llegados a este punto, queda claro que se puede denunciar a alguien por hablar mal de ti. Sin embargo, no es fácil de demostrar en muchas ocasiones. Especialmente, si el difamador utiliza internet y las redes sociales como medio para verter sus injurias y calumnias y se protege con determinadas herramientas capaces de garantizar su anonimato. En cualquier caso, contar con un buen abogado especialista en derecho al honor se antoja imprescindible.